Cuauhtémoc Cárdenas quien renunció al valioso legado político que le heredó Tata Cárdenas y prefirió la Cheyen, ahora anda diciendo que "Poco o nada hay que festejar" (refiriéndose al Bicentenario de la Independencia y al Centenario de la Revolución) . Afirma que México vive una grave situación que requiere cambios profundos en las políticas de Gobierno. ¿Porqué no provocó esos cambios en el 88 o en el 2006?, este otro traidor de la democracia tiene mucha razón.